domingo, octubre 01, 2006

Pedro Páramo entre "Los libros recientes"


Pedro Páramo es la primera novela de Juan Rulfo. Como novela, al menos, ha sido clasificado, aunque en realidad es un largo y armonioso relato.

Rulfo, sin dejar de ser el mismo de los cuentos, de los relatos breves de El llano en llamas, es ahora otro en Pedro Páramo. El asunto de la obra, mexicano desde muy adentro, desde lo más profundo del ser, se acendra en el dominio del idioma.

Esto caracterizó desde el principio a Juan Rulfo. Sabe dar el acento de mexicanidad sin acudir al corriente recurso de las deformaciones fonéticas u ortográficas que la gente humilde de México emplea. No es tampoco una sintaxis especial, no es nada que tenga que ver con la gramática. Lo que hay en Rulfo es un poderoso aliento poético: sabe arrancar a sus personajes, siempre muy mexicanos, escondidos matices y escondidos acentos. Los ve hasta muy adentro y, por verlos así, encuentra en ellos notas de emoción y de belleza.

En Rulfo lo de menos es el asunto, lo importante es cómo trata ese asunto, cómo se va hundiendo en él lentamente, cómo va haciendo los elementos de que se sirve y exponiéndolos de dentro afuera, rodeándolos a menudo de un vaho de misterio y magia. Ahí la emoción se acendra por la virtud del procedimiento y ya la urdidumbre, la trama, pasa a un segundo término.

En Pedro Páramo nunca deja de estar presente el drama; pero el drama no es presentado escueta, simplemente, sino exaltado, trasladado a una dimensión de belleza y de fuerza que hiere o acaricia incesantemente la sensibilidad del lector.

¿En qué consiste esto? Los recursos de que se vale Juan Rulfo no están a la vista; pero el efecto que se consigue es el que ha sido señalado.

Tal vez alguien prefiera las proyecciones de crítica social que tiene Pedro Páramo; pero detenerse en ellas sería apartarse del juicio literario. Hay que abandonarlas, por eso, a pesar de su importancia y su sagacidad. Y hay que señalar la belleza, la originalidad, la eficacia literaria de este Pedro Páramo.

Texto publicado en El Universal el 17 de abril de 1955

4 comentarios:

Enrico dijo...

¡Saludos! Ya me dieron ganas de volver a leer ese librito. Tienes razón, siempre será una novedad.

Jorge Terrones dijo...

"sin acudir al corriente recurso de las deformaciones fonéticas u ortográficas que la gente humilde de México emplea. "

mmmm deformaciones fonéticas? qué es eso?
en fin, por qué no escribir algo de vos?

Tamara Blue dijo...

Iré a desempolvar mis libritos, me antojaste.

Real de lo virtual dijo...

La relectura es como darle un beso apasionado a tu ex, pero sin resentimientos ni compromisos futuros.