viernes, octubre 27, 2006

Rafael Ramírez Heredia (1942-2006)

El 25 de octubre falleció Rafael Ramírez Heredia (1942-2006), fue el primer autor en señalar, delinear, intentar descubrir el mundo de La Mara en una novela.

Pareciera que hace falta morir para trascender, tener quince minutos de atención total en el mundo editorial y ahora sí todos dicen; qué buen escritor era.

Su última novela La Mara es un poco difícil de leer, porque los nombres de los personajes son complicados, porque le hizo falta profundizar en el problema. Sin embargo la novela está llena del caló y tiene partes realmente fluidas e interesantes que atrapan, que invitan a seguir leyendo.

En lo personal, hay un capítulo que me dejó pensando durante varios días. Para ingresar a una mara hay que pasar por un proceso de "bienvenida". Que consiste en recibir una putiza durante 13 segundos . Cuántos pensamientos pueden pasar por la mente de una persona que tiene que soportar un suplicio de esa magnitud para pertenecer, para ser parte. Pues Ramírez Heredia lo relata de una manera envidiable.

Por esa novela que ahora adquiere otra dimensión y una trascendencia mayor a la vida del autor, por su gran trabajo de promoción del libro en Tamaulipas, su tierra adoptiva, se le recordará al Rayo Macoy.

No es cosa sencilla resumir una vida en una entrada de blog, ni para qué intentarlo. Sólo existe el deseo de manifestar que se lamenta la pérdida y que este blog guarda un minuto de silencio.

lunes, octubre 23, 2006

Hoy te toca la muerte


Las pandillas, gangs, gangas, clicas o maras han desarrollado una columna vertebral de delincuencia organizada desde los Estados Unidos hasta América Central. Proveedores de soldados y sicarios para los cárteles de droga, tráfico de armas y por supuesto, tráfico de personas.

Fiel a su oficio de reportero, Marco Lara Klahr se va hasta la raíz del fenómeno social con las pandillas irlandesas de Nueva York, pasa por los pachucos, los panchitos, hasta llegar a las Maras, fortalecidas a partir de las deportaciones masivas con las políticas de mano dura y cero tolerancia en los noventa de pandilleros de los Estados Unidos y consolidadas con el huracán Mitch en 1998. Hoy día conforman un nuevo poder, con una estructura similar a la de los partidos políticos.

El vestir, los tatuajes, los nombres y las señales con las manos al hablar no son extravagancias, forman parte de un código interno para determinar los distintos niveles de jerarquía dentro de las dos principales fuerzas; la Mara Salvatrucha y la Barrio 18.

En este profundo reportaje se encuentran datos del papel que jugó la Guerra Sucia de la CIA en Centroamérica durante los años ochenta para el crecimiento de este movimiento y ahora, los hijos de los caídos representan un auténtico bumerang para el Uncle Sam y entre ambos se encuentra México, por lo que el problema no puede mirarse como una situación ajena.

Sin duda, Hoy te toca la muerte es un referente obligado para entender el primer trabuco social del siglo XXI: Las Maras.

Hoy te toca la muerte/Marco Lara Klahr/Editorial Planeta/2006

viernes, octubre 06, 2006

La presencia del I Ching en la obra de Octavio Paz, Salvador Elizondo y José Agustín


La verdad universal no puede expresarse en unas cuantas palabras, tal vez por eso es tan largo el título de este libro. El I Ching llegó a occidente gracias un grupo de jesuitas en el siglo XVII. Aunque les resultó difícil comprender los hexagramas por su visíon católica del mundo. Más tarde Richard Wilhem destacaría en el mundo occidental por su traduccón del I Ching.

El estudio se limita a indagar en la obra de los autores mexicanos, destacan entre los textos analizados:



Discos visuales de Octavio Paz

Farabeauf o La crónica de un instante de Salvador Elizondo

El rey se acerca a su templo de José Agustín

Donde se encuentra la presencia del azar y temas o pasajes del I Ching. Los autores tratan de utilzar los 64 signos como una escritura o una palabra codificada y el Libro de las mutaciones
resulta una fuente que alimentó el pensamiento de los escritores. Se demuestra también que la teoría del cambio constituye una estética literaria con posibles asociaciones universales.

Será necesario que el lector se sumerja en este estudio para descubir de qué manera impactó El libro de las mutaciones en la literatura mexicana del siglo XX.

La presencia del I Ching en la obra de Octavio Paz, Salvador Elizondo y José Agustín / Joung Kwon Tae / Universidad de Guadalajara /1998

domingo, octubre 01, 2006

Pedro Páramo entre "Los libros recientes"


Pedro Páramo es la primera novela de Juan Rulfo. Como novela, al menos, ha sido clasificado, aunque en realidad es un largo y armonioso relato.

Rulfo, sin dejar de ser el mismo de los cuentos, de los relatos breves de El llano en llamas, es ahora otro en Pedro Páramo. El asunto de la obra, mexicano desde muy adentro, desde lo más profundo del ser, se acendra en el dominio del idioma.

Esto caracterizó desde el principio a Juan Rulfo. Sabe dar el acento de mexicanidad sin acudir al corriente recurso de las deformaciones fonéticas u ortográficas que la gente humilde de México emplea. No es tampoco una sintaxis especial, no es nada que tenga que ver con la gramática. Lo que hay en Rulfo es un poderoso aliento poético: sabe arrancar a sus personajes, siempre muy mexicanos, escondidos matices y escondidos acentos. Los ve hasta muy adentro y, por verlos así, encuentra en ellos notas de emoción y de belleza.

En Rulfo lo de menos es el asunto, lo importante es cómo trata ese asunto, cómo se va hundiendo en él lentamente, cómo va haciendo los elementos de que se sirve y exponiéndolos de dentro afuera, rodeándolos a menudo de un vaho de misterio y magia. Ahí la emoción se acendra por la virtud del procedimiento y ya la urdidumbre, la trama, pasa a un segundo término.

En Pedro Páramo nunca deja de estar presente el drama; pero el drama no es presentado escueta, simplemente, sino exaltado, trasladado a una dimensión de belleza y de fuerza que hiere o acaricia incesantemente la sensibilidad del lector.

¿En qué consiste esto? Los recursos de que se vale Juan Rulfo no están a la vista; pero el efecto que se consigue es el que ha sido señalado.

Tal vez alguien prefiera las proyecciones de crítica social que tiene Pedro Páramo; pero detenerse en ellas sería apartarse del juicio literario. Hay que abandonarlas, por eso, a pesar de su importancia y su sagacidad. Y hay que señalar la belleza, la originalidad, la eficacia literaria de este Pedro Páramo.

Texto publicado en El Universal el 17 de abril de 1955