martes, diciembre 26, 2006

Los demasiados libros y la lectura

Para Artemisa

"A mediados del siglo XV, cuando empezó la impresión de libros, se publicaban cientos de títulos anuales, con tirajes de cientos de ejemplares....

...A finales del siglo XX, la grafomanía universal publica un millón de títulos anuales, con tirajes de miles de ejemplares...

...predominan los autores que publican para el currículo...

... en el otro extremo están los autores que publican para el mercado...

...también están los Clásicos...

...los enemigos del libro; la televisión, las computadoras, el precio alto de los libros..."

Con estos planteamientos comienza Gabriel Zaid Los demasiados libros. Ahí expone de manera amplia un ensayo indispensable para cualquier editor, librero o lector preocupado por el libro, la lectura y la cultura. Y menciona también que no seríamos capaces de leer todas las novedades que se publican en un año porque resulta imposible.

A todo lo anterior, habría que agregar la pregunta ¿porqué se lee tan poco en México?

¿En realidad los parámetros de la encuesta nacional de lectura son confiables?
Por supesto que no.

Se aplica en escuelas públicas entre estudiantes de nivel básico y los padres de los alumnos.

Se invierten casi 20 millones de pesos, únicamente para obtener datos ociosos. Pues quedan fuera:

-Estudiantes de escuelas privadas y de todos los niveles superiores y los padres de éstos estudiantes y aquellos que no tienen hijos.

Otro estudio (¿o era el mismo?), fue realizado en la UNAM que nos quitó el mote del país que lee un libro al año, según dicho estudio ahora leemos 2.5 o 2.9 libros al año

Buen ejercicio, pero nada más falso, ese dato es como la inexistente cita del Ingenioso Hidalgo; Si los perros ladran señal de que avanzamos. Eso no existe en el libro.

¿Cómo medir los libros leídos? ¿en base a los libros nuevos que se vendieron durante un año en todas las librerías del país? ¿y si los compramos y nunca los leímos? ¿y si los leímos nosotros y veinte amigos más? ¿los libros comprados de segunda mano en las librerías de viejo? ¿los libros que se leen en todas las bibliotecas del país? ¿los libros comprados por internet en sitios como amazon.com? Imposible determinarlo

Pero el principal problema de la lectura en México viene de origen.

Claro que fue una gran idea crean la Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuitos, pero se solucionó un problema y se creó otro.

Por un lado todos los estudiantes de primaria mexicanos tuvimos libros de texto pero no se nos creó el hábito de ir a las librerías desde pequeños, primer problema.

No importó nunca que ciertos estudiantes sí tuvieran recursos para comprar los libros, así que cualquier libro que cueste arriba de un peso nos parece caro, segundo problema.


Para los capitalinos, todo aquello que está más allá de la zona metropolitana es la gran chichimeca. Por eso, y por muchas otras razones, surgió en la iniciativa de la nueva ley del libro, incluir el precio único.

No significaba que todos los libros iban a costar lo mismo, sino que un título por ejemplo: Harry Potter, iba a costar lo mismo en Tijuana que en Mérida.

Eso iba a propiciar que las librerías dejaran de cerrar, incluso que empezaran a surgir nuevas librerías en todo el país ¿Pero cómo? dijo Fox, se van a enojar los de Gandhi y los Sanborn's.

Existe también el mito de que se come o se lee. Existen ediciones de $20.oo pesos de los clásicos, el equivalente a tres cervezas, para eso sí hay siempre.

¿Porque siempre hay para cervezas y productos chatarra? Porque éstos llegan hasta el más escondido rincón del país, éstas empresas cuentan con un excelente sistema de distribución.

La distribución es el gran obstáculo del libro.

Suficiente con asomarse a la bodega editorial de cualquier universidad pública o privada. Los libros están ahí aventados, llenos de polvo. Ya cumplieron con su objetivo, una línea más en el curriculum de cualquier investigador.

Además de todo lo anterior, resulta inadecuado querer imponer la lectura, obligar a los estudiantes a leer para obtener una calificación.

Aún no supero el trauma de que me obligaran a leer a Camilo José Cela y no pienso leerlo jamás, en lugar de eso, me junté con algunos compañeros que sí lo habían leído antes del exámen y les pedi que me contaran lo que entendieron.


Ustedes pueden preguntar a cualquier persona si estaría dispuesta a leer aquellos libros que les obligaron a leer a cambio de un punto o dos en la evaluación final. Podría apostar que más de la mitad darían un NO como respuesta.


La relación personal con el libro debe fomentarse desde temprana edad, no como una obligación ni para que el niño salve los índices de lectura nacionales. En la medida que eso suceda y que los niños comiencen a ver los libros como entes amigables, tal vez no provoque que se eleven los índices de lectura, pero se apagarán más televisiones y tendremos una sociedad más pensante, con una riqueza mayor a mil palabras en su vocabulario, y eso ya sería ganancia.

Y para la referencia académica la encuesta nacional de lectura se puede descargar aquí

También
Aquí un texto ocioso publicado en el suplemento Hoja por hoja sobre el tema

viernes, diciembre 01, 2006

El Príncipe


Hoy que México inicia una nueva etapa en su vida política resulta oportuno buscar El príncipe de Nicolás Maquiavelo. Un libro que resulta indispensable para entender la manera de hacer política.


Muchas veces se utiliza el inexistente término "maquiavélico" para ilustrar a las mentes más retorcidas de la política, cuando en realidad se refiere al arte de la negociación del gobernante, de su trato con los subalternos. Para ejercer el poder de una manera responsable. Es decir, el diablo y Maquiavelo no son la misma cosa.


Después de ver que la transición de hoy se llevó a cabo de una manera poco ortodoxa pero sin más golpes que los que se dieron los diputados antes de la llegada de Fecal a la cámara, da gusto hablar de este libro y no de El arte de la guerra.


Aquí en enlace del libro electrónico por si alguien gusta bajarlo a su computadora.

El príncipe / Nicolás Maquiavelo